Nunca quise estudiar Periodismo, aunque incentivos no faltaron. A la vuelta de los años, la vida me ha premiado con esta profesión. Quizás el rechazo a esa carrera, aun con el privilegio de vencer su temida prueba de aptitud, me fue revertido con el tiempo y viví en propia carne el refrán “al que no quiere caldo…”, solo que esta vez el sabor es exquisito.
Llegué un septiembre a la emisora Radio Sagua para cumplir mi servicio social y adiestramiento. El proceso giró inesperadamente mi mundo laboral. El comunicador social, luego de transitar por otros departamentos de la estación, se integró a la redacción informativa de la planta. ¡Ahora sí, el reportero no me lo quitaba nadie!
Con cierta discreción comencé a apropiarme de las nuevas habilidades periodísticas. A decir verdad, un mundo ya conocido por mí en teoría. La cultura organizacional del colectivo y mis aptitudes diagnosticadas desde hacía tiempo, facilitaron mi inserción al equipo de periodistas de la radio sagüera.
Como si la suerte no hubiese sido poca, el colofón llegó con el encargo de atender profesionalmente el sector de la cultura. Coberturas informativas a cualquier hora y sobre todo en las noches, posibilidad de conocer relevantes personalidades de las artes locales y nacionales, y un espacio ganado entre colegas y oyentes fue el saldo de aquella imprescindible experiencia.
Cuando apenas comenzaba a sentirme confiado como reportero de radio surgió la oportunidad de experimentar otro estilo. En esta ocasión, las nuevas tecnologías se imponían y el deseo reprimido de hacer periodismo digital finalmente se satisfizo.
La web apareció como suerte de eslabón perdido. La posibilidad de integrar texto, imagen, audio y video en un mismo producto comunicativo retó mis capacidades. Cuanto había estudiado se concatenaba coherentemente en mi nuevo puesto y mis satisfacciones por ello asoman en cada trabajo.
Mostrar al mundo la realidad cubana, y especialmente la sagüera, se ha convertido desde entonces en el mensaje de mis creaciones periodísticas. Hacerlo de manera agradable y con un estilo fresco es el desafío que enfrento cada jornada ante la computadora.
Cuando celebro por vez primera este 14 de marzo el día de la prensa cubana en mi propia piel, no me queda dudas. Sencillamente tengo que confesarlo: yo vivo orgulloso de ser periodista cubano y digital.
Hola Yassi, déjame confesarte que pasé muchísimo rato intentando dejarte este comentario pero no podía.
ResponderEliminarSe trata de este trabajo que no había tenido la oportunidad de leer, y déjame confesarte mi amigo, que para mí eres un gran profesional y tienes de comunicador y de periodista, jamás pudieras hacer los trabajos que publicas en tu blog y realizas para la redacción digital de Radio Sagua si realmente no fueras un excelente comunicador. Me alegra muchísimo y hasta me satisface que hayas encontrado en esta profesión un mejor sentido para tu vida, todo lo que se hace con amor, se revierte en beneficios tanto en lo personal como desde el punto de vista laboral. Así que mi querido Periodista Comunicador, compañero de estudios y amigo en lo personal, te auguro los mejores logros en tu trabajo y que vivas la vida a plenitud, como siempre has sabido hacerlo. Yo en lo personal, una vez más, me quito el sombrero ante ti. UN BESO
Mis sinceros agradecimientos. Tener los halagos de quien conoce ya este terreo es un gran triunfo. Con el tiempo he creído que cuando tenemos cierta virtud es cuestión de oportunidad avivarla. Aunque no siempre me levanto con esas ganas de escribir, y cada vez me cuesta más, lo hago con la intención de alcanzar un peldaño superior. Éxitos para ti, bien lo mereces!!!
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