¿A quien se le ocurriría
buscar inspiración en los endemoniados medios de trasporte cubanos? La
exposición “The fast and the furious” que
exhibe por estos días la Galería
de Arte “Wifredo Lam” de Sagua la
Grande asegura la picardía del joven pintor Hail Daniel
Nerey.
Con una hábil forma de
generar ideas y figuraciones, la muestra roza la comicidad y la ironía para
reflejar verdaderos artefactos nacionales, dignos del mejor Nobel de mecánica
si existiera. Sin embargo, la propuesta resulta más seria de lo que aparenta
cuando confirmamos que los inventos nos acompañan en la cotidianidad.
“De hecho algunos de ellos son extraídos de lo real para formar un espectro mecánico en un mundo de ensueños”, expresó el graduado de la Academia Profesional de Artes Plásticas “Leopoldo Romañach” de Villa Clara durante la inauguración de su exhibición.
Títulos como “Un tren
llamado deseo”, “Futurismo”, “De-generación” y “Megabus” integran la muestra
que aglutina un total de 10 obras a gran formato. Las técnicas empleadas por el
naciente artista en la colección se dividen en 7 acrílicos sobre lienzo y 3
carboncillos sobre cartulina.
La propuesta de Hail
discursa sin miedos porque se sabe comprometido con una realidad que no
escatima neuronas para superarse. El novato de la plástica sagüera deja ver
claramente en sus cuadros la ingeniosidad del cubano y afirma rotundamente
haber encontrado arte en los aparatos que quizás no sean tan rápidos, ni tan
furiosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario