Continúa la censura
homoerótica en la TV
cubana. La revista juvenil “Tengo algo que decirte” que se trasmite de lunes a
viernes a las 6:30 p.m. por el Canal Educativo fue el espacio homofóbico esta
vez, cuando el video clip “Firework” de Katty Perry fue lacerado con la edición
para evitar la difusión de un inocente beso homosexual.
El video musical tuvo gran
éxito en 2010 y se pondrá imaginar cuán visto ha sido por los jóvenes en la
isla. En consulta a estudiantes de preuniversitario sobre el conocimiento de
ese material de la inglesa K.P. obtuve en la mayoría de los entrevistados: “¿Cuál, el video de los fuegos artificiales,
la gorda, el niño con cáncer y el gay?” O sea, que archiconocido es el
video y la falta de una de sus historias se notó y de mala manera.
La actitud del director
del programa televisivo, Ricardo Capetillo, sorprende cuando hoy la diversidad
sexual se intenta abordar con mayor libertad en Cuba pero es evidente que
algunos prejuiciosos no defienden sus principios ante disposiciones verticales
o sencillamente prefieren la autocensura para evitarse problemas.Seguramente cualquier especialista en programación de medios de comunicación justificará el hecho con el horario estelar, el público que pudiera estar en sintonía a esa hora u otra absurda idea heredera de los modos de hacer y pensar de años atrás.
Canal Educativo que se lo
piensa para educar sexualmente cuando de homosexualidad se trata. Al menos
debió dar el ejemplo esta vez. ¿Cuánto conoce sobre la psicología de los
jóvenes este director? Lo pongo en duda. Descrito más de una vez está que las
nuevas generaciones, en su mayoría, aceptan la diversidad sexual como fenómeno
natural de estos tiempos.
Lo cierto es que ante la
mutilación hubiera preferido la no difusión, aunque lo más normal hubiera sido
la reproducción íntegra del video musical tal como fue creado. También es
cierto que el incidente por común y repetido en la TV cubana no es problema que
ponga en peligro la integridad de alguien, más allá de herir susceptibilidades.
Lo preocupante es que
acciones como esa demuestran cuán lejos estamos en Cuba de alcanzar una
racionalidad en el tema de la diversidad sexual. Cada día me convenzo que las
promesas de Mariela Castro escapan a sus decisiones y que los cambios en este
sentido no superarán más allá de las “campañas” que suceden alrededor del 17 de
mayo.
En suma, se trata de otra
censura homoerótica en la TV
cubana y este otro artículo en la red que lo denuncia.
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