lunes, 28 de noviembre de 2011

Premios Lucas: la suerte con frío del angry boy en carnaval.

Entre el show y el evento cultural se mueven los Premios Lucas cada año y generan en el ambiente social cubano un suceso difícil de esquivar. En la isla se habla de Lucas y se participa en Lucas. 

Tras un año de estrenos, promociones,  entrevistas, nominaciones y votos se llegó este 26 y 27 de noviembre a la publicitada entrega. A la usanza de los espectáculos televisivos de la región, pero sin trasmisión en vivo, la edición 2011 de los Lucas no fue menor aunque polémica e insatisfacciones siempre asisten.
 

El mejor video del año lo consiguió Raúl Paz con "Carnaval", un plano secuencia que atraviesa escenas diversas desde un nacimiento en un quirófano hasta un matrimonio gay. El clip mostró una dramaturgia equilibrada entre reflexión y diversión que junto a una estilizada fotografía hicieron de la pieza el video más completo del año en Cuba.  




Otro que amenzaba con arrasar estatuillas era Raúl Torres con "Frío" de Joseph Ross. Aunque logró los títulos más elitistas del certamen, mejor dirección y mejor dirección de arte, confieso que mi criterio lo favorecía sobre Paz para conquistar ese categoría. De igual forma, la singular realización, que debate magistralmente sobre lo humano en un discurso saturado de coherentes ideas y minimalistas actuaciones, acaparó la mayor cantidad de burros.
Los triunfos de Sexto Sentido con "Angry boy" coincidieron con mis vaticinios al lograr los lauros en mejor video fusión y fotografía. No se podía esperar menos de una creación de Alejandro Peréz quien en escala de grises elevó estilo y creatividad en una propuesta que hace guiños a cierta estética neorleandesa.




No exento de incorformidades y expectativas el premio de la popularidad recayó en la Charanga Habanera con "La suerte" de Alfredo Ureta. Si bien es sabido que en este apartado el público manda, no siempre el poder se ejerce brillantemente, y aquí hay que educar aún más a los teleluqueños. Populismo y video más popular de año en la isla se confundieron porque, a juicio personal, otras realizaciones también gozaban de gran aceptación y mayor calidad pero el fanatismo ensordecedor por la orquesta bailable se impuso a través de los SMS. Se fueron con las manos vacías Los Van Van y X Alfonso, resultados lamentabl pues de ambos videos esperaba mucho.

De los Premios Lucas se habla y se escribe por un lado y por otro pero especialistas y críticos aún se resisten a otorgarles toda la gloria posible, quizás porque sobre una base comercial se intenta legitimar el arte. En esta ocasión, se extrañaron los latigazos de Rufo con sus ardientes apreciaciones sobre lo imperecedero y aun así el evento ratificó el derecho ganado entre los cubanos. Habilidades para conovocar han explotado muchas pero, sin dudas, la más picarezca sea aprovechar las incipientes tecnologías a favor de la promoción y la puesta del espectáculo, una asignatura pendiente para las producciones artísticas cubanas. 

Con mucho o poco los Lucas logran la identificación a través del video clip con lo nacional, antes impensable cuando la mayoría de los habitantes de esta isla preferían las sonoridades extranjeras.

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