lunes, 6 de febrero de 2012

¡Silencio, llora un genio!


Aunque su nacimiento aconteció el 7 de febrero de 1909 en el # 62 de la calle Libertadores, el espíritu de Rodrigo Prats LLorens se eterniza en el Museo de la Música que lleva su nombre en Sagua la Grande.

La institución especializada muestra el desarrollo de este arte en la Villa del Undoso y cuenta con una veintena de piezas de valor excepcional por su importancia histórica y originalidad. Sus salas se consagran a importantes genios musicales sagüeros como el vocalista Antonio Machín, el flautista Ramón Solís y el maestro Enrique González Mantici.

Cuando celebramos el aniversario 103 del natalicio del magistral músico sagüero Rodrigo Prats, le invito a recorrer su recinto.



 El inmueble fue casa de vivienda construida en la segunda mitad del siglo XIX, aproximadamente en la década de 1870.


 El museo posee características histórico-patrimoniales que incrementan su valor y su sala de conciertos se integra al circuito de presentaciones nacionales.


La institución atesora una valiosa colección de documentos, partituras, instrumentos musicales, reproductores mecánicos, fotos y archivos sonoros del patrimonio musical sagüero y cubano.



La sala dedicada a Rodrigo Prats contribuye al logro de la condición de Mejor Centro de su tipo en el país durante cinco años y el Premio Provincial de Cultura Comunitaria.


 Como violinista Rodrigo Prats realiza su primera presentación a los 13 años, en la Cuban Jazz Band, primera orquesta de este tipo creada en Cuba, bajo la dirección de su padre Jaime Prats.



En la compañía de teatro de Arquímedes Pous, lleva a cabo su primera actividad como director de orquesta. Luego trasciende a la Orquesta Sinfónica del Aire y al Teatro Lírico de La Habana.



Reproductor musical de 1948 donde escuchó sus composiciones clásicas: “Una  Rosa de Francia” y “Amalia Batista”.


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