El tiempo y el olvido le
han causado las heridas más lacerantes, cicatrices visibles y contundentes. El
descuido de años duele. Pero el Palacio Arenas de Sagua la Grande se resiste a dejar
de ser una joya del art nouveau escondida en el centro norte de Cuba.
Quizás sus columnas se han
sostenido más por intenciones fantasmas que por iniciativa terrenal. En su
interior nadie duda que habiten espíritus. Posiblemente miembros de la familia
Arenas-Armiñan, rebeldes a abandonar su edificación.
Pero las almas de la
mansión Arenas ya no deambulan solas. Desde el 2006 una brigada de
“restauradores” intenta devolver el esplendor al inmueble, que aún moribundo se
niega a perder.
La suerte de la obra, considerada
una de las 7 creaciones más significativas de la arquitectura en la provincia
de Villa Clara, pareció cambiar cuando un proyecto de colaboración con el
gobierno de la Comunidad Autónoma
de Canarias, España, aportó un presupuesto inicial de 99 000.00 euros.
Pero desde entonces poco
se ha avanzado. La maldición que parece caer sobre la ciudad cuando se apuesta
por el rescate de algún edificio con valor excepcional esta vez también se posó
sobre el Arenas.
Pablo Castro Álvarez,
arquitecto de la Oficina
de Monumentos de Sagua la Grande,
explica los obstáculos que enfrentan en la restauración del inmueble de estilo
ecléctico ubicado en la calle Padre Varela # 27.
“La ejecución comenzó mal.
Teníamos problemas burocráticos con la contratación de la mano de obra. Luego,
se mostraron dificultades para realizar la compra de los materiales en las
comercializadoras. Pero el impedimento principal para las acciones de rescate
se presenta en la inexistencia de madera y cerámica en las tiendas mayoristas”.
Son bien conocidos los
aprietos en Cuba para obtener recursos de importación. Muchas veces por culpa
del embargo norteamericano contra la
Isla y otras tantas a causa de la incapacidad de gestión de
nuestros inversionistas y ejecutores. No vale buscar culpables, son tiempos de
escudriñar alternativas.
“Se han hallado opciones
para la obtención de la madera a través del Fondo Cubano de Bienes Culturales
(FCBC), pero lamentablemente tampoco han dado frutos. La madera sigue siendo el
recurso más difícil de encontrar y la carpintería es un elemento constructivo
que determina la continuidad de la ejecución”.
Sin embargo, los trabajos
de restauración continúan en el Palacio. Asegura el arquitecto sagüero Pablo
Castro Álvarez que el equipo encargado de la rehabilitación giró sus acciones a
otras áreas para las cuales sí existe disponibilidad de materiales.
“Otros objetos de la obra
como las instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, la consolidación
estructural de edificio y la fachada del tercer nivel se realizaron con buena
calidad. En estos momentos efectuamos trabajos en el segundo nivel y esperamos
concluir este año la fachada correspondiente a ese piso”.
Para los trabajadores de la Brigada de Mantenimiento
Constructivo del Gobierno local, la meta parece más lejana. Ellos se enfrentan
día a día a los incumplimientos del FCBC, quienes tienen a su responsabilidad
la restauración de todas las piezas que rematan las estructuras y adornan los
interiores del inmueble.
Eladio Santana |
Eladio Santana, jefe de la
brigada ejecutora, asegura que “los integrantes del colectivo encargado del
edifico han logrado fuerte sentido de pertenencia con el Palacio Arenas. Hemos
asumido labores de restauración para los cuales no estamos capacitados, sin
embargo demostramos poder hacerlo con calidad.”
La parte ejecutora
considera que la obra se encuentra cerca del 70% en el avance de las tareas. En
tanto, la vertiente inversionista no es capaz de apoyar ese número. Entienden
desde la supervisión de los trabajos que no es posible totalizar lo realizado
de forma general.
Aseguran que el tercer
nivel del inmueble se sitúa cerca del 95% de culminación. Aún resta por colocar
la masilla a las paredes, las piezas esculpidas por el FCBC, la cerámica del
piso, la carpintería de puertas y ventanas así como la pintura protectora.
Así lo confesó Ricardo
Arredondo, inversionista de la Dirección Municipal de Cultura, quien reconoce
los atrasos en la planta intermedia.
“Apenas puede considerarse
ejecución de alguna acción constructiva en la fachada de la segunda planta, la
más afectada. Y todo se debe a los incumplimientos de contratos del FCBC con la
entrega a tiempo de las piezas para el montaje de los balcones y otros
detalles. Este asunto ya se discutió de manera contundente con ellos y se
espera una próxima entrega el 5 de septiembre.”
La primera planta del
Palacio Arenas apenas se ha tocado. Inversionistas y ejecutores lamentan las
indisciplinas contractuales del FCBC porque, en contraposición a esas
irregularidades, las restauraciones realizadas por artistas y artesanos de esa
entidad poseen excelente calidad.
Ante la morosidad de las
acciones en el rescate del Arenas se han generado ciertos rumores en la
población de Sagua la Grande
sobre un supuesto desvió del presupuesto para otras instituciones del
territorio como la construcción de la Academia de Música Antonino Fabre Rueda. Arelys
Fernández, directora de la
Oficina de Monumentos de la Villa del Undoso, desmintió rotundamente las
falsas consideraciones.
“Del presupuesto destinado
apenas se ha ejecutado un por ciento inferior al que debiera haberse empleado.
Esto significa que no se ha avanzado porque dependemos de otras instancias que
aportan materiales y piezas para continuar los trabajos. Dichas entidades no se
han tomado el rescate de la obra en serio. Un caso para nombrar es la Fundición 9 de abril de
la propia ciudad, encargada de las rejas que aseguran puertas y ventanas”.
Ante la indagación sobre
una posible fecha de conclusión los lazos de tiempo difieren en años. La parte
ejecutora confía que en 2014 los trabajos deben finalizar si los contratos en
la entrega de materiales se regularizan. Sin embargo, los inversionistas se
muestran pesimistas y ven la meta en 2021.
La restauración del
Palacio Arenas es la primera acción de ese tipo que se realiza en Sagua la Grande. Para nadie es un
secreto que no existe experiencia en conservación en el municipio. Salvar la
distancia entre lo que se ha hecho en La Habana Vieja y lo que está por
hacerse en la villaclareña ciudad es un sabio atajo.
Si a lo anterior le
sumamos los siempre presentes burocratismos, la falta de negociación entre las
partes, la escasez material de la realidad cubana, la insuficiente supervisión
del Gobierno local, la suerte de muchos edificios con alto valor arquitectónico
en la ciudad, Monumento Nacional desde 2011, será similar a la que vive hoy el
Palacio Arenas.
¿Llegará a ser este
inmueble un Conservatorio de Música o de Artes Plásticas?
Fotos:
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