Adele me convence

Lo humano está ligado indisolublemente a balances y recuentos. Cuando se acerca el final de diciembre por lo general volvemos a los trescientos sesenta y tantos días vividos en busca de reflexión. En mi proceso una idea me hace feliz y es que en 2011 tuve la satisfacción de escuchar una voz, una música y un talento como hacía tiempo no contemplaba.

Simplemente, Adele. La cantante británica que en febrero llegó con su álbum “21”. No piense que su discografía es extensa pues apenas cuenta 2 producciones. Antes había conquistado adeptos con su CD “19” y es que su carrera se ha distinguido por títulos sencillos que coinciden con su edad.

Así de joven es esta seductora intérprete que ha cautivado mi atención. En ella se mezclan una potente fonación, una curva tímbrica especial y una sonoridad que desde el pop hace guiños a los 70, al soul y al blues.

Hay quienes comparan su estilo con la también extraordinaria, y ahora desaparecida, Amy Winehouse pero como evito las semejanzas prefiero exaltarlas por separado.

Adele con un sello aparentemente poco comercial desde su nombre, el título de los discos y hasta las canciones ha logrado lo que parecía esquivar. Ha invadido listas de éxitos en todo el mundo. Ha recibido aplausos en elitistas escenarios y ante públicos exigentes.  Ha sido nominada con 6 Grammys para la entrega del próximo año y desde una estrategia publicitaria minimalista ha posicionado su arte.

Su caso lo demuestra. Cuando se trata de un artista con cualidades no excepcionales pero si de altos kilattes el éxito no depende de la parafernalia y el empaque porque el producto es auténtico y de buen gusto.

En “21” se escuchan temas con exquisitos arreglos. Se fusiona el pop con la balada (Someone like you) o lo hace desde el rock (Rolling in the deep y Rumour has it) y con la misma fuerza se acerca al soul (If it hadn´t been for love).

Muchos de sus temas se ubican actualmente entre los 10 primeros de prestigiosas selecciones europeas. Algunos reconocen a “Someone…” como la canción del año y otros dictan categóricamente que su pieza de mayor calidad es “Rolling…”. En la cuerda de estos criterios me apunto aunque prefiero no ser absoluto.

Si le parece demasiada mi admiración por Adele lo comprendo porque la chica de figura gruesa y rostro poco agraciado ha prendido mis emociones y su música me aporta fuerzas como no recordaba.

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